domingo, 10 de enero de 2021

HISTORIA RESUMIDA DE NETFLIX

 


Cómo nació Netflix no es nada nuevo. Todo comenzó en 1997, cuando Reed Hastings tras devolver un DVD atrasado que arrendó en Blockbuster (el gigante de las películas en ese entonces) debía pagar $40 dólares por devolverla con atraso.
Hastings enfurecido con el valor de la infracción, se rehusó a pagar dicha cifra de dinero y comenzó a marcar un antes y un después en el sistema de arriendo de películas.
Reed Hastings se dispuso a crear una compañía que no cobrara multas a sus usuarios por devolver las películas con atraso, sino más bien, una tarifa mensual por un número ilimitado de alquileres. En ese entonces, Netflix entregaba películas solo en formato físico a través del correo, no en su página.
En poco tiempo Hastings quiso ir más allá y revolucionar el mercado de las películas, fue así como abrió un portal digital y eliminó los costos de una tienda.
Desde el 97 hasta mediados de los 2000, Netflix no consiguió acercarse ni por suerte al gigante Blockbuster motivo por el cual Hastings se reunió con el directivo de ésta para venderles su pequeña empresa.
Pero estos se negaron en comprarla porque no lo necesitaban y encontraban que el modelo de “suscripción mensual para contenido ilimitado” no funcionaba, su modelo de “renta particular de películas” era mucho mejor. Grave error.
De haberse efectuado la compra, la transacción hubiese sido de 50 millones de dólares, hoy en día Netflix está valorado en bolsa en $8500 millones de dólares.
El 23 de septiembre de 2010, Blockbuster declaró la bancarrota.
Es interesante ver como un visionario puede derrotar a una empresa tan gigante como lo era Blockbuster y como el “ego”, las malas decisiones y el no valorar las pequeñas competencias te pueden llevar a la bancarrota.
¿Qué habría pasado si Blockbuster hubiese comprado a Netflix?




sábado, 9 de enero de 2021

¡¡¡ATENCION!!! LA DIFICIL POSICION EN LA QUE ESTA EL VICEPRESIDENTE MIKE PENCE

 


"¿Dónde está Mike Pence?"

Esa fue una de las consignas que se coreaba el pasado miércoles entre la multitud de seguidores de Donald Trump que asaltó el Capitolio de Estados Unidos para mostrar su rechazo a la certificación de la elección de Joe Biden como próximo presidente de ese país.

El actual vicepresidente republicano, quien ha sido uno de los funcionarios más leales a Trump, se había convertido de pronto en un traidor a los ojos de la turba.

"Escuché al menos a tres de los amotinados en el Capitolio decir que esperaban encontrar al vicepresidente Mike Pence y ejecutarlo colgándolo de un árbol del Capitolio como un traidor. Era una frase común que estaban repitiendo. Muchos más solamente hablaban sobre cómo el vicepresidente debería ser ejecutado", relató en su cuenta de Twitter el fotógrafo Jim Bourg, de la agencia Reuters, quien estuvo presente en el lugar.
Y es que poco tiempo antes, ese mismo día, Pence parecía haber cruzado una línea roja al no acceder a la propuesta de Trump de usar su cargo de presidente del Senado (posición que corresponde a todos los que ocupan la vicepresidencia en Estados Unidos) para intentar revertir los resultados de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, que Trump ha tachado de fraudulentas sin aportar pruebas.
Pence ha pasado los últimos cuatro años haciendo malabares para interpretar las propuestas heterodoxas del actual mandatario de una forma tal que encajaran dentro de los cauces legales e institucionales de la política tradicional, al mismo tiempo que evitaba arrojar cualquier tipo de cuestionamiento sobre Trump o sus ideas.

Sin embargo, la petición de intentar revertir los resultados de las elecciones presidenciales era algo estaba más allá de cualquier acto de equilibrismo y, al parecer, ha terminado por abrir una brecha entre el mandatario y su vicepresidente.

Paradójicamente, sin embargo, lo ocurrido el miércoles en el Capitolio ha colocado a Pence en una situación difícil y, al mismo tiempo, lo ha convertido en una figura central para la resolución de la actual crisis política en Estados Unidos.
El juego de la sucesión
 Algunos medios estadounidenses han señalado que la apuesta original de Pence era convertirse en el heredero político de Trump y sucederle en 2024, tras haberle acompañado durante ocho años en la Casa Blanca.

Esos planes se habrían visto trastocados evidentemente por la victoria del candidato demócrata Joe Biden en las presidenciales del 3 de noviembre, pero también por la decisión de Trump de no reconocer su derrota.

En aquella noche electoral, Trump ofreció su discurso declarándose ganador de los comicios basándose en conteos parciales y, al mismo tiempo, acusando a los demócratas de querer hacer fraude.

Entonces, cuando le correspondió hablar a Pence, este dijo que creía que iban encaminados al triunfo y que había que estar vigilantes para proteger la integridad de la votación (en un evidente guiño a Trump), pero no hizo ninguna mención expresa del supuesto fraude. Un acto impecable de equilibrismo.

Desde aquel momento, mientras Trump insistía y fracasaba en sus intentos políticos y legales por revertir los resultados electorales, Pence supo mantenerse al margen.

Sin embargo, durante los últimos días el mandatario decidió que el camino para permanecer en la Casa Blanca era que Pence -como presidente del Senado- se negara a certificar los resultados de las votaciones.

Trump colocó a Pence públicamente en una posición comprometida cuando el pasado 5 de enero dijo en un tuit que "el vicepresidente tiene el poder de rechazar los votos (del Colegio Electoral) escogidos fraudulentamente".
Y, más aún, cuando en el mitin con sus seguidores en Washington el propio 6 de enero dijo estaría decepcionado si Pence no intentaba rechazar algunos de estos votos del Colegio Electoral. "Mike Pence tendrá que ayudarnos", dijo Trump ante la multitud.

Ese mismo día, poco antes de la sesión, el vicepresidente divulgó una carta al Congreso en la que dejaba claro que no podía acceder a la solicitud del mandatario.

"Mi juicio razonado es que mi juramento de apoyar y defender la Constitución me impide reivindicar una autoridad unilateral para determinar cuáles votos electorales deben ser contados y cuáles no", escribió Pence haciéndose eco de un criterio ampliamente compartido por los juristas, según el cual el papel del presidente del Senado en la certificación de los votos del Colegio Electoral es meramente ceremonial.

Poco después, Trump enfilaría las baterías en su contra en uno de los últimos mensajes que pudo publicar antes de que Twitter le suspendiera su cuenta:

"Mike Pence no tuvo el valor de hacer lo que debió haber sido hecho para proteger nuestro país y nuestra Constitución, dándole a los estados una oportunidad para certificar una serie de datos corregidos y no los imprecisos y fraudulentos que previamente se les pidió certificar. Estados Unidos exige la verdad", escribió.
Pence, fiel de la balanza
Tras el asalto del Capitolio por parte de los seguidores de Trump, muchos han responsabilizado al mandatario por lo ocurrido y han ido creciendo las voces que piden que sea removido del poder sin que se le permita completar los escasos 11 días que le quedan en la Casa Blanca.

Esta circunstancia, paradójicamente, convierte a Pence en la figura política clave del momento. Esto se debe no solamente al hecho de que él sería el responsable de asumir las riendas del gobierno si Trump es destituido, sino además porque uno de los mecanismos para esa remoción pasa directamente por las manos del vicepresidente: la Enmienda 25 de la Constitución de Estados Unidos.

Esta disposición fue establecida en la década de 1960, después de la muerte de John F. Kennedy, para regular la sucesión presidencial en caso de que el presidente quede incapacitado para ocupar el cargo.Esta norma contempla un escenario en el cual el mandatario no está capacitado para cumplir con su deber pero tampoco quiere renunciar. Entonces, el vicepresidente y una mayoría del gabinete pueden declarar que el mandatario no puede ejercer su cargo y, así, removerlo.

Sin embargo, Trump podría objetar su remoción. En ese caso, el vicepresidente y el gabinete podrían dejarlo en el poder o insistir en su remoción, lo que obligaría a que el caso pase al Congreso, donde para ser aprobado requiere el voto afirmativo de dos tercios de ambas cámaras.

El líder del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha dicho que Pence debería invocar esta enmienda para desalojar a Trump del poder.

Esta posibilidad, sin embargo, entraña para Pence el riesgo de terminar alejando definitivamente a las fieles y movilizadas bases de Trump que aspiraba a heredar.
Según Schumer, si el vicepresidente no actúa, el Congreso podría iniciar los trámites para un impeachment en contra del mandatario.

"Lo que ocurrió en el Capitolio fue una insurrección en contra de Estados Unidos, incitada por el presidente. Este presidente no debe permanecer en su cargo ni un día más", dijo el dirigente demócrata.

Entre finales de 2019 e inicios de 2020, Trump ya fue sometido a un juicio político de este tipo del que salió absuelto gracias a los votos de los republicanos en el Senado y, pese a todo, no está claro que un nuevo intento vaya a resultar exitoso.

Pero, si eso ocurriera, entonces el hombre encargado de entregarle el poder a Joe Biden el próximo 20 de enero sería nadie menos que un presidente de mandato muy breve llamado Mike Pence.


¡¡¡ATENCION!!! LA VERDAD SOBRE LA VACUNA EN COLOMBIA ¿TODO VOLVERA A LA NORMALIDAD?

 


Hace unas semanas, el anuncio de la llegada de la vacuna a Colombia produjo un alivio enorme. El país vivía el primer asomo de lo que se ha llamado la nueva normalidad. Las compras decembrinas se hicieron sin mayores restricciones, las vacaciones no se cancelaron y la mayoría de familias se reunieron para celebrar Navidad y Año Nuevo. En los pensamientos de todos faltaba poco para ponerse esa inyección y volver a vivir sin miedo. La radiografía de los primeros días de 2021, con la mayoría del país confinado y las ucis desbordadas, dejó claro que no hay razones para tanta alegría.

La vacuna sí llegará, pero mucho después de lo que espera la mayoría de los colombianos. Y, en el entretanto, será muy difícil. “Hemos aguantado, pero, si la gente no se cuida, no hay sistema de salud que resista. Hoy casi todas las familias ya han perdido a alguien por la covid. Y solo hay que entender algo: hasta que la mayoría no estemos vacunados, viviremos en estado de pandemia”, advierte con resignación Julio César Castellanos, director del Hospital San Ignacio, que tiene por estos días el 100 por ciento de sus camas de cuidados intensivos llenas.

En los mejores pronósticos, lograr la meta de vacunar a la mayoría de la población tardará mínimo un año. La tarea es titánica y nunca se ha hecho. Se necesitaría aplicarles la vacuna a más de 125.000 personas al día, es decir, a tres estadios El Campín llenos. Pero con el agravante de que la gente no está junta, sino que hay que ir a buscarla. “Eso es un reto muy grande. Es probablemente el reto más grande que haya tenido la salud pública en Colombia”, afirma el ministro de Salud, Fernando Ruiz.
Las cuentas del país ya están hechas. Para llegar a la inmunidad de rebaño se requiere que esté inmunizado el 70 por ciento de la población, es decir, 35.734.649 colombianos. “Cuando una persona se vacuna, no solo se protege, sino que protege a los demás y corta con la cadena de transmisión”, explica Ruiz. No todos los 51 millones de colombianos se pueden vacunar.
En el plan se excluyó a las personas que ya les dio covid (que son más de 1,5 millones), a las mujeres gestantes y a los niños menores de 16 años (estos dos últimos porque no se conocen los efectos en ellos). Lo más difícil de todo es la logística. Se deben comprar, traer a Colombia, almacenar a bajísimas temperaturas, distribuir en todas las regiones y aplicar organizadamente a todos los grupos poblacionales millones de dosis. En esa cadena participarán centenares de personas y organizaciones en todo el país.

Lo primero que hay que saber es que la vacunación es por tandas. Y, por eso, es probable que una persona menor de 50 años y sin comorbilidades –la mayoría de la población– quede en el último grupo y su momento llegue al final de 2021 o incluso en 2022. El orden para inyectar esos 35 millones se estableció buscando evitar el mayor número de muertes. Se emplean fundamentalmente dos criterios: la necesidad de la vacuna por el riesgo que implica en esas personas el coronavirus, y los oficios esenciales en la lucha contra la pandemia. Tendrán prioridad 14 millones de colombianos: los 7 millones mayores de 60 años, el millón que trabaja en áreas de la salud y los 5 millones con comorbilidades. Este último grupo es muy diverso. Por ejemplo, se cuentan cerca de 4 millones con enfermedades hipertensivas, más de un millón con diabetes, 800.000 con insuficiencia renal, 700.000 con asma, 450.000 con epoc, 200.000 con cáncer y 100.000 con VIH.

Por ahora, el Gobierno dividió a la población en cinco etapas. En la primera, los mayores de 80 años y los trabajadores de la salud que combaten el coronavirus en primera línea (1.691.366). En la segunda, los mayores de 60 y el resto del personal médico (7.192.701). En la tercera, los menores de 60 años con comorbilidades (2.950.431). En la cuarta, los cuidadores institucionales y la población con actividades de riesgo (4.910.000). Y, en el último grupo, todos los demás: 17.490.151 colombianos. La repartición de las vacunas en esas fases está clara también en términos regionales. Para la primera, Bogotá recibirá 2.143.019; Antioquia, 1.778.392; Atlántico, 676.448; Bolívar, 492.725; Boyacá, 288.364, y Chocó, 67.789.

Llevar esto a la práctica es una misión compleja. Ninguno de los países del primer mundo ha cantado aún victoria. Estados Unidos prometió vacunar en diciembre a 20 millones de personas y apenas alcanzó a dos (la semana pasada llegó a 6 millones). Las demoras, el escepticismo y los problemas son hoy uno de los temas más controversiales en ese país. Inglaterra, arrodillada de nuevo por el virus, tampoco ha podido ponerle el acelerador. En los primeros diez días de diciembre apenas inyectó a 138.000 personas y cerró la semana con cerca de 1,5 millones. En Alemania, en cuyos laboratorios se creó la vacuna de Pfizer, el proceso tampoco va rápido y no superan los 500.000 habitantes. Y Francia se considera un gran fracaso con menos de 10.000 dosis.
En todo el planeta solo hay un lugar en el que parece que todo fluye: Israel. En las dos primeras semanas, el país inoculó al 15 por ciento de su población y espera cerrar enero con 2 millones de personas inmunizadas, de un total de 9 millones. Varias razones explican este éxito. La primera, pagó carísimas las vacunas para asegurarlas rápido. Se rumora que dobló el precio en la de Pfizer y que fue el primer país en firmar con Moderna. Su estrategia de distribución también será imitada. Logró crear paquetes refrigerados del tamaño de una pizza, creó peajes para que la gente se vacune en el carro, no para ni en fin de semana y se pueden sacar las citas desde el celular por una app.

Llevar a cabo este milagro en Colombia será más difícil. “Todas las pandemias han traído desolación y muerte, pero también muchos retos”, dice Julio César Aldana, director del Invima. La entidad dio el primer paso la semana pasada cuando autorizó la vacuna de Pfizer. La carrera es contra el tiempo y está llena de obstáculos, pero Colombia tendría con qué responder. El país aplica ya a la fecha 30 millones de vacunas al año, y, cuando hay campañas, logra inmunizar a 100.000 niños por día. El desafío está principalmente en hacer lo mismo, pero en medio de la pandemia y con adultos. Lo primero es contar con las vacunas.

A diferencia de otros países, Colombia ni tiene en exceso ni llegarán muy rápido. El presidente Iván Duque anunció que compró 10 millones de Pfizer, 10 millones de AstraZeneca y 9 millones de Janssen, aunque está última aún no ha terminado sus estudios clínicos. Las primeras dos necesitan dos dosis, y la última, solo una. El país comenzará con la de Pfizer en febrero. Esa fórmula tiene una complejidad: debe ser almacenada a temperaturas de menos de 70 grados centígrados.

Colombia también tiene experiencia en este manejo, pero no a gran escala, pues, por ejemplo, los bancos de cordón umbilical funcionan así. Miyerlandi Torres, secretaria de Salud de Cali, cuenta que este punto es clave para que ninguna vacuna se pierda. Además de los refrigeradores, es esencial garantizar que el suministro de energía sea estable. El doctor Castellanos explica que esas temperaturas queman el cuerpo humano y, por eso, la capacitación será clave. En el caso de Cali, las 1.200 personas que vacunarán tendrán una capacitación de 120 horas, y ya empezó.
Por cuenta de la refrigeración también hay un detalle con el que tendrán que tener cuidado. Pfizer entregará las vacunas en el punto, pero una vez abierta la refrigeración se deben aplicar todas en menos de cinco días. Por tanto, la organización de quienes van a recibirla es clave. Y a eso se suma que esta requiere una segunda dosis, entonces toda la logística hay que repetirla. Convencer a las personas para que vayan a vacunarse en orden y a tiempo será una tarea monumental, en especial los primeros meses en los que está programada la población mayor de 80 años, que tiene más dificultades para moverse. La secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, asegura que “es un proceso muy complejo en todo sentido: hay que hacer un gran esfuerzo para identificar, ubicar, agendar, vacunar, poner refuerzo, certificar y hacerle seguimiento”.

Algunos centros médicos ya ofrecieron grandes edificios como centros de vacunación. Es el caso de la Clínica Shaio; aunque hoy no pone vacunas, pasó ya una propuesta a la Alcaldía. “La vacunación debe ser masiva. Y para eso la logística es enorme. Se necesita infraestructura, inversión y personal”, cuenta su director, Gilberto Mejía. Los mitos alrededor de la vacuna también generan miedo. El gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, espera que “la desconfianza no se vuelva un problema”. Recuerda que el Dane ya publicó muchos estudios en los cuales un buen número de colombianos asegura que no quiere ponérsela.

Mientras en todo el país equipos de centenares de personas se preparan para esa maratón, el coronavirus corre en contra con fuerza y vuelve a aterrar. Esta semana Colombia superó sus más duros récords. El jueves fue el día de más altos contagios con 17.576. Cada hora mueren 15 personas por este mal. Un médico en Estados Unidos le dijo a The New York Times una frase que resume muy bien lo que sucede: “En la guerra mueren personas hasta el último día”. Cuando se creía que todo estaba mejor, la cresta de un nuevo pico retorna con vigor. Los hospitales advierten sobre la ausencia de camas, la angustia de no lograr un ventilador regresa, y la vacuna, aunque es una poderosa luz de esperanza, se sigue viendo lejos.


¡¡¡ATENCION!!! ODISEA DE PACIENTES COVID PARA ENCONTRAR CUPO EN UNA UCI

 


Los días eran largos y cortos al mismo tiempo, un fenómeno inexplicable del que solo puede dar fe quien lo siente. En total fueron seis. Seis días en los que Johana Milena Triviño lo intentó todo para conseguir una cama uci para su papá, Pablo Enrique Triviño, afectado por la covid-19 a mediados de diciembre.

El tiempo fue relativo durante la espera: Johana dormía poco, escasas tres horas. Empezaba su maratónica labor hacia las cinco de la madrugada y terminaba pasadas la una de la madrugada del día siguiente. Las horas se le iban tocando puertas, llamando a contactos, atendiendo a familiares que desde la lejanía querían ayudarla, redactando trinos en Twitter para alertar de su situación al presidente Iván Duque; a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y al ministro de Salud, Fernando Ruiz. Y ante la desilusión de no encontrar nada, el peso de la tristeza la derrumbaba en la cama. Lloraba sola para no mostrarse derrotada frente a su mamá; en contraste, los días para su papá en la unidad de cuidados intermedios de la clínica Méderi de Bogotá eran largos, eternos. Respiraba con dificultad, ayudado por una máscara de oxígeno. Su salud empeoraba cada minuto, y así el conteo de los segundos era lento, como desafiando a la muerte y lastimando a la vida.

“Yo no soy de la camándula o del rosario, pero le hablo mucho a Dios, entonces yo todos los días miraba al cielo y decía: Dios mío, dale fuerza a mi papá para que soporte. Esta vez decidí hablarle directamente a Dios, sin intermediarios”, cuenta Johana. Pablo Enrique Triviño tiene 73 años, es médico zootecnista, nunca presentó problemas respiratorios hasta que fue diagnosticado con covid-19 en diciembre. El día 30 de ese mes su familia ingresó a la clínica Méderi porque su salud estaba muy deteriorada a causa del virus. “Fue muy difícil convencerlo de ir a la clínica, porque él decía que no quería morir allá, y yo le decía: es que tú no te vas a morir allá. Hay un personal de salud que te va a ayudar y yo tengo fe en ellos de que te van a sacar adelante. Convencerlo no fue fácil”, relata Johana.
En la clínica –cuenta Johana– había camas uci, pero no respiradores mecánicos, por lo que su papá fue recluido en cuidados intermedios. Al igual que él, 31 personas esperaban un turno para ser intubados. Todos diagnosticados con covid. Todos con máscaras de oxígeno. “Después de seis días y de tocar puertas en todo lado, incluso aprovechando el programa del presidente Duque –Prevención y acción– para dejar mensajes en YouTube y Facebook, mi papá fue intubado la noche del 5 de enero. Ahora estamos a la espera de su evolución, los médicos dicen que la primera semana es crucial, pero yo tengo fe de que saldrá bien”, dice Johana. Su esperanza viene de un caso en particular: en uno de esos días difíciles se sentó en una cafetería y vio en Noticias Caracol un sobreviviente de la covid que fue intubado por más de 20 días. “El señor tiene 90 años y salió dando una entrevista con su hija, entonces yo dije, si él pudo, mi papá también va a poder superar esto”.
El segundo pico de la pandemia en Bogotá, y el país en general, parece ser mucho más agresivo. Los contagios crecen rápidamente y las camas de unidades de cuidados intensivos empiezan a escasear. En la capital, por ejemplo, el promedio de ocupación de uci ya rompió la barrera del 83 por ciento. Un panorama preocupante que plantea las preguntas más incómodas que un médico internista se pueda hacer: ¿A quién intubamos? ¿Quién tiene más posibilidades de salir con vida? De continuar las cosas como van, Colombia podría enfrentarse a un proceso de selección porque el sistema sanitario no dará abasto.

La doctora Milady González, terapeuta respiratoria, trabaja en la uci del hospital más grande de Quindío. Allá tampoco hay camas disponibles, dice. “Ahora empezamos esa selección de pensar a quién enviamos a uci que tenga probabilidad de salir”, comenta. Ella, que todos los días debe lidiar con pacientes con covid, en los últimos días cambió su rol; le tocó vivir la emergencia desde el otro lado: como familiar de un paciente con el virus.

Su papá, Carlos Arturo González Sánchez, de 63 años, fue diagnosticado con covid en Cali y tras nueve días de intensa fiebre, diarrea y dificultad para respirar fue internado en cuidados intermedios de un centro asistencial de la capital del Valle. Su estado de salud se deterioró en pocos minutos, era necesario trasladarlo de manera urgente a una unidad de cuidados intensivos, pero el cupo estaba lleno en la mayoría de clínicas y hospitales. Cali actualmente tiene 503 camas uci destinadas a pacientes covid, de ese número solo quedan disponibles 14. La ocupación llegó al 97 por ciento.
“Uno empieza a pensar hacia dónde lo puedo llevar, pero es muy difícil, porque es una situación que se te sale de las manos, uno se llena de angustia y empieza a pensar: estoy pagando una de las mejores EPS del país y no me está dando resultados. Son muchas preguntas. Y más cuando uno sabe que la gente literalmente está muriendo ahogada. Todo se lo dejamos a Dios y él respondió”. La gestión para conseguir cama duró hora y media, tiempo necesario para hacerse mil preguntas, imaginarse las situaciones más adversas, orar, tratar de alertar a las autoridades de salud, llorar, volver a orar y llenarse de mucha angustia.

“Cuando logramos conseguir cama en la clínica Rey David, a mi papá lo trasladan boca abajo en la ambulancia, y logra llegar a la clínica con mucha dificultad respiratoria. Y contado por mi padre el médico le dijo: viene muy mal, entonces tienes dos minutos para que me digas si te intubo ya (...) Como familia es muy duro, porque cuando una trabaja en esto sabe que en un procedimiento como ese hay 50 por ciento de probabilidades de que salga bien. Pensamos en todo eso, pero la fe –por lo que he visto en mi trabajo de gente que se ha levantado– te hace creer y confiamos”, cuenta la doctora Milady.

Carlos Arturo González fue intubado la noche del 16 de diciembre, por esa fecha la gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, anunciaba el cierre de 110 camas uci por falta de sedantes y tranquilizantes, medicamentos esenciales para operar en una unidad de cuidados intensivos. A la familia González también le tocó sortear ese problema. “Había falta de medicamentos y por eso se hizo un poco complicado el proceso al inicio. Por ejemplo, mi padre al principio no tenía un medicamento primario para la sedación, le tocó esperar como dos días, mientras tanto les tocó tratarlo con otro medicamento, que causa un poco más de delirio al despertar y efectos secundarios”, relata la doctora González. Su papá fue extubado 13 días después. Perdió 18 kilos, tiene déficit de masa muscular y cero grasa corporal. Aún se agita con regularidad y apenas ha empezado a dar sus primeros pasos, le cuesta caminar solo.

La alta ocupación en las ucis no solo se presenta en Bogotá o Cali, otras ciudades principales como Medellín registra 84 por ciento de las camas ocupadas; Cartagena, por su parte, promedia 72 por ciento de ocupación. En Barranquilla, esa medición se mantiene en 57 por ciento. Mientras tanto en Santander la ocupación de uci escaló al 78 por ciento y se declaró la alerta roja hospitalaria; y en Norte de Santander el número de camas ocupadas asciende al 92 por ciento.

“Yo veo el panorama complicado. Todos los días me enfrento a ese tipo de situaciones y me pregunto ¿qué habrá sentido mi padre cuando el médico le hace la pregunta de si quiere que lo intuben? Y a muchos pacientes míos les pasa. ¿Qué sintieron los médicos al ayudar a un hombre de 63 años cuando había otros de 30, 35 años esperando?”, reflexiona la doctora González.

En Colombia ya está pasando lo que muchos temían: el tiempo ya no juega a favor y muchas personas esperan una cama uci, que cada día escasean más. El segundo pico de la pandemia será mucho más agresivo y aún no estamos preparados.


¿UN GENIO SE HACE O SE NACE?

 


La revista científica New Scientist da cuenta del “Manual de Cambridge de las cualidades y competencias de expertos”, donde luego de estudios se concluye que la capacidad de algunas personas que se define como talento genial no es fruto de la naturaleza solamente, sino de la combinación de habilidad innata, instrucción y una pila de trabajo.
La vieja pregunta de si un genio se nace o se hace fue respondida. Según el estudio analítico del tema, genio “se hace”, aunque, mejor dicho, un genio nace y se hace, pues una cierta dosis de talento natural es indudablemente necesaria, pero no basta.
Es preciso cultivarla con estudios de alta calidad y desarrollarla con años de arduo trabajo. Sólo entonces se manifiestan los verdaderos “genios”, como un conjunto de cualidades excepcionales en un campo particular, cualquiera sea, desde las ciencias a las artes creativas, desde los intelectuales a los deportistas.
La investigación de Cambridge pide olvidar la idea de que lo innato es lo que capacita a los grandes de la historia para los descubrimientos y las proezas: lo cierto es que una pizca de talento debe ser acompañada por el estudio profundo y la aplicación recurrente de lo aprendido.
A Ernest Hemingway o a Thomas Edison se les adjudica un 1% de “inspiration” (inspiración, arte) y 99% de “perspiration” (transpiración, sudor, labor, fatiga, trabajo).
La “fórmula” del genio, reporta Corriere della Sera, es 1% de inspiración, 29% de buenos estudios y 70% de trabajo. También sugiere el estudio de Cambridge una especie de “regla de los diez años”, según la cual, si el talento es sólido, se necesita al menos un decenio para ponerlo en práctica, con trabajo intenso y serio, para alcanzar la grandeza.
Con entrenamiento, un cerebro normal puede desarrollar habilidades propias de un genio. En cambio, sin ese entrenamiento, hasta un cerebro extremadamente inteligente puede atrofiarse. 
Al mando del famoso psicólogo Benjamin Bloom de la University of Chicago, se analizaron a 120 atletas, actores, artistas, matemáticos y científicos, y todos contaban con al menos una década de estudios y ejercicios antes de haber obtenido el reconocimiento internacional. Un dato no menor es que todos los genios habían tenido un mentor, una figura clave que los ayudaba y les daba coraje durante ese tiempo preparatorio.
Para muestras, bastan famosos: Mozart tocaba el violín a los tres años y componía a los siete, pero recién en la adolescencia compuso las obras que lo hicieron célebre Tiger Woods, más cerca en el tiempo, agarró un palo de golf desde antes de empezar a caminar, pero fue el mejor del mundo después de ciertos años de práctica y “expertise”, como se podría pensar de Pete Sampras, de Maradona, o de Michael Jordan.
En suma, los afortunados que nacen con don particular deben, si quieren hacer la diferencia, profundizar en él y practicarlo. Sólo así verán si son excelentes ejecutores o genios. El chiste del Corriere della Sera es más que pertinente para el caso: cuando preguntaban los músicos cómo hacer para llegar a tocar al templo de la música clásica en Nueva York, el famoso Carnegie Hall, señalaban al conservatorio nacional norteamericano y les decían “vaya ahí y practique”.
Ahora, analicemos un caso:
Con 12 años, ganó el campeonato del mundo sub 16 para chicas y con 15, ya era la mujer con mayor ranking del mundo. Sofia una de sus hermanas, gana un torneo internacional en Roma con 14 años. Y la más pequeña de la familia, Judit con 10 años derrota al maestro internacional Dolfi Drimer y con 11, al gran maestro Lev Gutman.
Ahora pensaras, que son unos genios en el ámbito del Ajedrez, que desde pequeñas tienen un talento innato además de un gen heredado para el ajedrez, pero, ¿realmente es así?
Experimento Polgár
A finales de los sesenta un psicólogo húngaro aficionado al ajedrez llamado László Polgár quiso mostrar al mundo lo sencillo que era “fabricar” un genio en algún ámbito o arte.
Obsesionado con el estudio de los genios de la historia y tras estudiar la biografía de cientos de intelectuales creyó encontrar algo que muchos de ellos tenían en común: la especialización a muy temprana edad.
Por ello y sin detenerse demasiado a pensar en los problemas éticos y morales de su experimento se casó con una pedagoga que estaba interesada en el mismo tema y tuvieron tres hijas a las que sometieron a estudio para satisfacer sus curiosidades.
Desde el primer momento sus hijas no fueron a la escuela y su educación fue encaminada exclusivamente al ajedrez pues para Polgár era “un arte, una ciencia y una competición por la que los resultados del experimento se podrían medir “.
Con sólo cuatro años la primera de sus hijas -llamada Susan– creó sus propios problemas de ajedrez, de los cuales algunos se usan actualmente en las escuelas. Una década después, con quince años, era considerada la mejor jugadora de ajedrez del mundo según el sistema de puntuación Elo de la FIDE y durante los 22 años siguientes nunca bajó del tercer puesto.
Sofia, la segunda de las hijas del matrimonio Polgár, asombró al mundo del ajedrez con sus resultados en el torneo de Roma ’89. Sus resultados fueron conocidos para los aficionados como “el saco de Roma“, ya que ganó el campeonato obteniendo una puntuación de 8.5/9, es decir, todas las partidas ganadas salvo una en tablas. Hasta el año 2006 fue la mejor puntuación jamás obtenido por una mujer en un torneo y uno de los mejores sin importar el sexo del jugador.
Todos estos resultados comenzaron a confirmar las sospechas de László con respecto a su teoría, pero no consiguieron saciar su sed: quería una campeona del mundo y quería conseguirlo con su tercera y última hija, Judit.
Judit Polgár no sólo resulto una magnífica jugadora de ajedrez, sino que era la mejor jugadora de todos los tiempos conservando su primer puesto mundial desde hace varias décadas hasta el 2015 donde se retiró.
A los quince años consiguió ser el jugador más joven de la época en ser nombrado Gran Maestro Internacional, desbancando al mismísimo y fallecido Bobby Fischer.
Cabe destacar que ninguna de las 3 tuvo problemas para socializar, es más las tres están casadas.


viernes, 8 de enero de 2021

¡¡¡ATENCION!!! TRUMP ANUNCIA DESDE YA QUE NO IRA A LA POSESION DE JOE BIDEN

 


A pesar de que este viernes el presidente Donald Trump reconoció públicamente su derrota ante el demócrata Joe Biden e incluso anunció una transición ordenada y tranquila, desde ya avisó que no asistirá a la ceremonia de posesión de su sucesor, la cual será el próximo 20 de enero.
“A todos los que me han preguntado: no iré a la toma de juramento el 20 de enero”, escribió Trump.Más temprano, el mandatario, luego de recuperar su cuenta de Twitter tras ser suspendida, envió un mensaje a las personas que votaron por él: “Los 75.000.000 de grandes patriotas estadounidenses que votaron por mí, America First y hacen a América grande otra vez, tendrán una voz gigante en el futuro. ¡No serán irrespetados ni tratados injustamente de ninguna manera”, aseguró.
En un video publicado en su cuenta oficial de Twitter, Trump emitió finalmente el mensaje sobre las elecciones que medio país esperaba escuchar desde hace dos meses, y la condena del ataque de este miércoles que el Congreso le exigía desde hace más de 24 horas.

“El Congreso ha certificado el resultado (de las elecciones). Una nueva Administración llegará al poder el 20 de enero. Ahora me centraré en asegurar una transición de poder tranquila, ordenada y sin problemas”, afirmó el mandatario saliente.

“Este momento llama a la sanación y a la reconciliación”, dijo Trump, un día después de incitar a miles de sus seguidores a que marcharan al Capitolio para intentar interferir en el proceso de ratificación del resultado electoral.

Su mensaje llegó justo dos meses después de que los principales medios de comunicación informaran de la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre, y tras una campaña sin precedentes para sembrar desconfianza en los resultados, que tachó de fraudulentos sin aportar pruebas.

Tras el caos sin precedentes en el Capitolio el miércoles, el Congreso, en una sesión de las dos Cámaras presidida por el vicepresidente Mike Pence, certificó la madrugada del jueves la victoria de Biden en las elecciones del 3 de noviembre, por 306 contra 232 votos del Colegio Electoral, el órgano que decide el ganador de la Casa Blanca.
Rechazo de Trump a las violentas manifestaciones
El mandatario saliente comenzó su video refiriéndose al “atroz ataque al Capitolio de Estados Unidos” y se declaró “indignado por la violencia, la ilegalidad y el caos”.

“Los manifestantes que se infiltraron en el Capitolio han profanado la sede de la democracia. A aquellos que se implicaron en actos de violencia y destrucción: ustedes no representan a nuestro país. Y a aquellos que rompieron la ley: pagarán por ello”, recalcó.

El discurso de Trump contrastó completamente con el que emitió mientras sus simpatizantes vandalizaban el Capitolio este miércoles, cuando tardó más de dos horas en pedirles que abandonaran el Congreso y lo hizo diciéndoles: “Les queremos, váyanse a casa”.

Trump también justificó la violencia en un tuit el miércoles, lo que llevó a que Twitter suspendiera durante 12 horas su cuenta, que el mandatario saliente no volvió a utilizar hasta que publicó el video este jueves.


¡¡¡ATENCION!!! CLINICAS DE BOGOTA PIDEN DESPEJAR LOS SERVICIOS DE URGENCIAS

 


La emergencia que vive la capital del país por el Covid tiene una cara muy preocupante. Con el aumento de casos de coronavirus, las clínicas están llegando a su tope. No solo son las camas de cuidados intensivos sino todos los servicios que prestan, en especial el de urgencias. Muchos de estos centros han superado el máximo nivel de ocupación debido a la alta demanda que están requiriendo los pacientes. Ante esto, los centros hospitalarios se unieron en un solo clamor: no ir a urgencias a no ser que el caso en realidad lo amerite.
Diferentes instituciones han hecho este pedido. La Cruz Roja Colombiana de Cundinamarca y Bogotá; la Fundación Cardioinfantil; la Clínica Universidad de La Sabana y la Clínica del Palermo emitieron distintos comunicados en los que piden seriamente a la ciudadanía no acceder al sistema de urgencias, a no ser que sea un caso extremo. Esto porque inclusive en algunas clínicas como la Cardioinfantil se encuentra en un nivel de sobreocupación superior al 300 % y en otras como La Palermo, hay una sobreocupación de más del 200 %, lo que ha generado una alerta en el sistema hospitalario.
Por su parte, la Cruz Roja señaló que se “alerta a toda la ciudadanía sobre la alta demanda que se está presentando en servicios de urgencia, hospitalización y cuidados intensivos como consecuencia del segundo pico de la pandemia de covid-19″.


En el comunicado, también advierten a la población que sea colaborativa en este proceso y acuda a los servicios de urgencia “solamente en los casos que lo ameriten”. Ante esto, pidieron a la ciudadanía que utilice los canales establecidos por la EPS a la cual estén afiliados, como teleconsulta, consulta prioritaria y otros servicios”.

De otro lado, la Cardioinfantil hizo una seria advertencia al afirmar que en la clínica ya hay una sobreocupación de más del 300 %, por eso “invita a la comunidad en general a consultar Urgencias, solo si es realmente necesario”. Vale mencionar que este centro hospitalario está enfocado en medicina cardiovascular, trasplantes y alta complejidad para niños y adultos.
Este llamado no significa que no esté la capacidad para atender a los pacientes, sino que muchos de quienes llegan a urgencias pueden ser atendidos por otras vías como las consultas prioritarias. Aunque es entendible que ante el aumento de casos de coronavirus, muchos síntomas generan alerta, los médicos han hecho la claridad de que las urgencias solo deben ser para quienes tienen complicaciones que amenazan la vida. Por ejemplo, la clínica Palermo, sostuvo que su nivel de sobreocupación supera el 200 % y pidió hacer un uso adecuado de los recursos disponibles para una atención segura, como unidades de atención primaria, citas médicas y teleconsulta.

Gilberto Mejía, director de la clínica Shaio, explica la situación que se vive. “En la mayoría de clínicas hay muchos pacientes llegando a pedir servicios. Hay camas en sitios en donde los pacientes y las familias no quieren ir. No hay capacidad para atender a tanta gente”, advierte. El prestigioso médico explica que en este momento la ciudad vive dos picos pues muchos pacientes que no se han atendido de otras patologías se están complicando. “Hoy no hay un pico solo de covid, sino también de no covid”, puntualizó.
Julio Cesar Castellanos Ramírez, director general del hospital universitario San Ignacio, también explica la situación. “Todo el país tiene altas tasas de ocupación. Las personas tienen que ser conscientes que todo lo que hagan afecta a la sociedad. Y por eso, el principal llamado es al autocuidado. A las clínicas llegan personas con muchas patologías y hoy llegan pacientes infartados y no hay camas porque están los pacientes con covid. Todo lo que hagamos afecta la vida”, puntualizó. El médico advierte que la capacidad hospitalaria no es infinita y que ni siquiera en países como el Reino Unido, en donde el sistema de salud es muy fuerte, están dando abasto. “Tristemente hoy casi todos tenemos un fallecimiento en la familia por el coronavirus”, asegura.


Ocupación de las UCI está llegando a su nivel máximo
Los casos de coronavirus en Bogotá siguen disparados. El último reporte del Ministerio de Salud da cuenta de 17.576 contagios nuevos en el país, la cifra más alta registrada hasta el momento. De ese total, 5.375 se registraron en la capital. Ante este nuevo pico, en todo el país se están tomando medidas.
Vale mencionar que En Bogotá del total de brotes epidemiológicos, el 88% se ha concentrado en reuniones familiares, porcentaje que ha aumentado en las últimas semanas. Esta situación genera alerta debido al incremento de la positividad de las personas, la cual se encuentra alrededor del 83%; siendo muy alta para este grupo.

“Estamos experimentando un pico muy complejo. Se va extender todo el mes de enero, consecuencia de diciembre y de todas las fiestas y aglomeraciones que se generaron. Lo más crítico es el contagio al interior de las viviendas”, le dijo el ministro de Salud, Fernando Ruiz, a SEMANA.
La preocupación de las autoridades sanitarias de Bogotá radica en el acelerado crecimiento de la ocupación de las camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para covid-19. En solo 24 horas, el incremento fue de 2,3 %, lo que quiere decir que hasta este viernes la cifra de ocupación es del 86,2 %. De acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud, solo quedan 247 camas disponibles de las 1.786 que están destinadas para el uso de pacientes con coronavirus. Así las cosas, en la capital del país, ya son 1.539 las camas ocupadas, algo que ha generado alerta en el sistema hospitalario.

Vale mencionar que desde el pasado martes 5 de enero a este viernes, el incremento de la ocupación de las camas UCI ha sido acelerado. El miércoles, la ocupación era de 81,8 %, 24 horas después el incremento era del 2,1 %, es decir, que las camas UCI ya estaban ocupadas en un 83,9 % y el último dato registrado da cuenta de un incremento del 2,3 %. Así mismo, el mapa de cómo están los hospitales de la ciudad en cuanto a su nivel de ocupación de camas UCI y por ende su capacidad para atender a pacientes con esta enfermedad muestra que solo hay unos pocos que están en un nivel moderado, teniendo casi todos en un 100 % ocupados.